Existen varios patrones en la literatura que pueden ayudarte a estructurar tu novela. Uno de ellos es el viaje del héroe, explicado por el mitógrafo Joseph Campbell en su libro El héroe de las mil caras (1949). En esta obra, un análisis extenso sobre la mitología y la épica de muchas culturas, Campbell llegó a la conclusión de que hay un patrón narrativo común en todas ellas que se ha ido replicando desde hace miles de años. Puesto que dicha estructura se basa en el protagonista de las historias, que es mostrado como un héroe, y en el camino que hace a lo largo de la trama, Campbell lo llamó «el viaje del héroe».
En este artículo veremos en qué consiste paso a paso y cómo puedes aplicarlo de forma sencilla para escribir tu novela.
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El viaje del héroe: un patrón para estructurar novelas
Como ya hemos comentado, el viaje del héroe es una estructura narrativa, es decir, un patrón de organización de la trama recurrente en la historia de la literatura. Por ese motivo, no solamente resulta útil conocerlo para comprender mejor las obras que leemos; saber cómo funcionan las estructuras narrativas es fundamental para poder aplicarlas a la hora de escribir de forma efectiva.
El viaje del héroe es una estructura bastante sencilla, por lo que resulta muy útil como guía para organizar la trama de una novela. No obstante, aunque es un patrón conciso, es más detallado que otras estructuras como los tres actos. Así, es una muy buena opción utilizar el viaje del héroe para escribir una buena novela, especialmente de fantasía o ciencia ficción, aunque también para aquellas en las que el camino de transformación física o mental del protagonista tenga mucho peso en la trama.
Hemos mencionado la estructura de los tres actos. A pesar de considerarse distintas estructuras narrativas, hay que tener en cuenta que esta es la base de la mayoría de patrones en literatura; casi todas las estructuras siguen la división tradicional de inicio, desarrollo y desenlace, aunque luego la amplíen. El viaje del héroe no es distinto, y por ello es importante ver la división general de la estructura para tener una visión amplia de cómo aplicarla antes de entrar en detalles.
El viaje del héroe y los tres actos
Siguiendo la estructura narrativa clásica de los tres actos, podemos dividir los distintos pasos del viaje del héroe en tres grandes partes:
- Inicio: Esta primera parte se corresponde con la «Partida», el principio del viaje del héroe. En este «acto» se introducen el conflicto, los personajes principales y el contexto. Este último es muy importante para el viaje del héroe por su significado simbólico. En términos de Campbell, en este momento el protagonista se encuentra en el «mundo ordinario», es decir, su situación antes de comenzar la aventura; introducirlo correctamente es esencial para el sentido de progresión de la estructura conforme avanza la trama. Al final de esta parte se produce la llamada a la aventura, es decir, el detonante que impulsa al protagonista a ponerse en acción.
- Desarrollo: En esta parte, que debe ser la más extensa de la trama, el héroe cruza el umbral (que puede ser físico o mental), abandonando su mundo e introduciéndose en el «mundo extraordinario». Es esta parte donde se encontrará con más personajes, que le ayudarán (aliados) o no (antagonista y enemigos), y se enfrentará a obstáculos, desarrollándose el conflicto hasta el punto de máxima tensión.
- Desenlace: Finalmente, tras la resolución del conflicto, el protagonista o héroe vuelve a su mundo ordinario. Este, aunque supone el regreso al equilibrio después de la lucha, también ha sufrido algunos cambios. En este momento de la trama, el héroe ha completado su evolución (que puede ser a mejor o a peor), independientemente de si ha logrado cumplir su objetivo.
Los doce estadios del viaje del héroe: cómo aplicarlos a tu novela
Ahora que ya hemos visto a grandes rasgos cómo está estructurado el viaje del héroe, entremos de lleno en la división más utilizada de esta estructura narrativa. Aunque existe una versión ampliada de hasta 18 estadios, lo más común en literatura es dividir este patrón en doce pasos bien delimitados por los que el protagonista irá avanzando hasta completar su viaje. Son los siguientes.
Mundo ordinario
Las historias que siguen la estructura del viaje del héroe comienzan mostrando el entorno habitual del protagonista, su día a día, sus relaciones normales, sus aspiraciones. Es importante presentar bien la situación antes del conflicto, pues así los lectores comprenderán mejor qué supone para el protagonista comenzar su viaje y abandonar su mundo.
La llamada de la aventura
Aquí sucede algo que trastoca por completo el mundo del protagonista. El elemento disruptor puede ser un conflicto, la necesidad de conseguir algo, una situación de peligro… Sea lo que sea, tiene que tener fuerza suficiente para impulsar al protagonista a reaccionar.
Rechazo a la llamada
Todo el mundo tiene miedo de los grandes cambios, y el héroe no es una excepción. Consumido por la duda y la indecisión, se negará inicialmente a abandonar su zona de confort, rechazando la llamada a la aventura e ignorando el conflicto.
Encuentro con el maestro
Este paso es muy importante, pues es característica de la estructura del viaje del héroe. La figura del mentor es clave para que el protagonista cumpla con su destino y comience por fin su viaje de transformación. Este personaje es el que lo guiará en la dirección correcta y le animará a salir de su zona de confort, actuando como un catalizador, dotándole de las herramientas y el conocimiento necesarios para ponerse en marcha.
Cruce del primer umbral
Finalmente, el héroe se enfrenta al primer obstáculo de su camino. Tanto si logra superarlo como si no, el simple hecho de hacerlo supone el cruce del umbral: abandona definitivamente el mundo ordinario sin posibilidad de volver atrás. A partir de aquí se producirá el desarrollo del conflicto.
Pruebas, aliados y enemigos
El protagonista deberá afrontar distintos obstáculos y pruebas, encontrándose tanto a aliados como a enemigos en el camino.
Acercamiento
Conforme supera (o no) las pruebas, el héroe se va acercando a su objetivo final, la prueba final a la que tendrá que hacer frente. Todos los obstáculos del camino le proporcionarán conocimientos y habilidades para esa última prueba.
Prueba suprema
Se trata del clímax de la historia, el momento de máxima tensión. El protagonista se enfrenta a la última prueba, para la que se ha estado preparando durante toda la historia consciente o inconscientemente. En este momento se lo juega todo, por eso es como si cruzase un nuevo umbral.
Recompensa
Tras superar la última prueba, el protagonista es recompensado. Dicha recompensa no tiene por qué ser material (y, de hecho, a menudo no lo es); puede tratarse de una nueva habilidad, más poder, haber conseguido la paz para su gente, los vínculos amistosos o románticos establecidos por el camino…
El camino de vuelta
Tras hacerse con su recompensa, el héroe empieza el camino de regreso a casa. Todo parece volver a su lugar original, pero deberá afrontar un último obstáculo para no perder la recompensa que ha conseguido.
La resurrección
Tras esta última lucha, el protagonista se desprenderá al fin de su antiguo yo, convirtiéndose en una nueva versión de sí mismo y completando su transformación. Ahora, una vez renacido, ya puede completar por fin el camino a casa.
El retorno
El protagonista cruza de nuevo el umbral, en este caso, para volver a su mundo. Sin embargo, el protagonista lleva con él nuevas amistades, habilidades, conocimientos y, por supuesto, su recompensa. Ha cambiado, por lo que, en realidad, el mundo ordinario ya no es exactamente como al principio.
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¿Por qué utilizar el viaje del héroe en tu novela?
Como hemos visto, la estructura narrativa del viaje del héroe es sencilla de aplicar, pues cada uno de sus pasos están bien detallados, lo que facilita construir una trama utilizándola como guía. Además, es muy efectiva; puesto que reside en el imaginario popular (todos hemos leído, escuchado y visto historias que siguen este patrón), logra captar muy bien al lector.
El viaje del héroe es uno de los patrones más útiles para los escritores de mapa porque permite planear la trama de una novela de una forma ordenada, atendiendo a la progresión y a la coherencia, y de manera específica, lo que hará más fácil, rápido y sencillo el proceso de escritura.
Autora
Maite Vallejo
Apasionada de la literatura, supo desde pequeña que su vida tenía que ser entre libros, por lo que decidió estudiar filología y formarse como editora para poder dedicarse al sector. Mediante la plataforma Lluvia de tinta (@lluviadetinta.serv.edit), ofrece apoyo y da consejos de escritura a autores.