Las subtramas de una novela son como los hilos de una tapicería. Al entrelazarse correctamente componen una historia bien construida donde los colores y las texturas encajan a la perfección.
«Escribir una novela es como bordar una tapicería con hilos de muchos colores: es un trabajo artesanal que requiere cuidado y disciplina».
Esta comparación la hizo Isabel Allende cuando dijo:
Ahora bien, ¿cómo tenemos cuidado para unir bien esas subtramas? ¿Y en qué consiste realmente «tramar» una novela?
Las subtramas de una novela: defición
Las subtramas son historias secundarias de menor importancia dentro de una novela. Por lo tanto, existe una línea argumental principal en la historia que tiene mayor peso. Esta trama principal es vivida, sobre todo, por los personajes principales.
Se pueden crear todas las subtramas que la historia requiera o que el autor crea conveniente construir para acompañar a esa línea argumental principal.
Estas historias secundarias deben tener siempre su función dentro del libro y no robar jamás el protagonismo a la trama principal que es siempre la más importante.
Requisitos para las historias secundarias
Aunque tengan menor importancia, se debe tener cuidado a la hora de crear las subtramas para que siempre aporten coherencia o algo interesante a la novela.
Además de tener una función, deben construirse con un inicio, un nudo y un desenlace.Es decir, se sigue la estructura clásica de cualquier libro, solo que pueden resolverse antes o no complicarse tanto como sucede con el argumento principal.
Por otro lado, no existe un número mágico que indique cuántas historias secundarias se pueden crear exactamente. Puesto que dependerá de cada novela y del resto de elementos que la componen como, por ejemplo, los personajes principales y secundarios, la construcción de la trama principal o los giros narrativos (plot twists).
Además, las subtramas también pueden quedarse abiertas. Es decir, no llegar a cerrarse, resolverse o explicarse en el final si lo que se busca es dejar una sensación de «continuará…» en el lector. Esto es común en trilogías y sagas donde se cierra la trama principal y las secundarias se dejan abiertas para enlazar con la escritura de un segundo o tercer libro.
Por lo tanto, a modo de resumen, las subtramas o historias secundarias:
- Deben tener siempre una función.
- Se construyen con un inicio, nudo y desenlace.
- Habrá tantas como la historia requiera o necesite.
- Pueden presentar un final abierto o cerrado. Aunque siempre es más recomendable cerrar todas las historias que se desarrollan en un libro.
Tipos de subtramas en una novela
Las historias secundarias también se pueden llamar subargumentos. Hay varias formas de clasificarlos dependiendo del enfoque que se le dé a la hora de desarrollar la novela.
Por ejemplo, habrá una clasificación de subargumentos según su función dependiendo del objetivo que tengan en la historia. Y habrá también una clasificación de subargumentos según el tema dependiendo de la idea que se trabaje en la novela.
1. Subtramas según su función
Ya se ha comentado la importancia que tiene que una historia secundaria presente una misión dentro de la novela. De lo contrario, no será interesante o no aportará nada a la historia. En ese caso será una idea que se ahorrará para, por ejemplo, otra novela que se quiera escribir en el futuro.
Teniendo en cuentas cuáles puedes ser esas funciones dentro de la novela encontramos:
Profundizar en el conflicto de la novela:
Un subargumento puede profundizar en ese problema u obstáculo que los personajes viven en el libro. Por lo tanto, puede aportar fuerza o explicar mejor qué es lo que está ocurriendo y por qué es tan importante.
Presentar a los personajes secundarios:
A veces se crean historias para justificar que los personajes secundarios tienen su propia vida. Lo interesante sería que estas vidas creadas se relacionen de formas originales con el argumento principal. A veces se crean historias para justificar que los personajes secundarios tienen su propia vida. Lo interesante sería que estas vidas creadas se relacionen de formas originales con el argumento principal.
Para generar intriga o suspense:
El misterio es siempre bienvenido, ya que hace que el lector sienta curiosidad y quiera seguir leyendo sin parar. Una buena historia secundaria puede tener esta función. Recuperando el ejemplo inventado anteriormente: una subtrama podría ser el momento en el que esos familiares descubran el fatal error del doctor. ¿Lo perdonarán? ¿Denunciarán la negligencia? ¿Se vengarán? ¿Qué pasará? Cuando aparecen preguntas se abren posibilidades en la mente del lector.
Rebajar el tono de la novela:
El tono es la emoción que transmite el narrador en la novela. En libros muy dramáticos pueden construirse momentos en los que se rebaje esa tensión y la emoción sea menos pesada o más alegre.
Avanzar el ritmo de la novela:
Una de las ventajas que aportan las historias secundarias es que pueden influir en el tiempo o ritmo de la narración. Hacen avanzar la historia para llegar a lo importante, a escenas o capítulos que tienen más peso en el libro. A veces también avivan la situación de los personajes al añadir más acción.
Explicar el final o dar detalles:
Por último, otra buena misión de las subtramas es revelar ese secreto que el lector debe descubrir al final de la novela. A veces las historias secundarias son necesarias para dar esos detalles que el narrador quizá no puede contar por sí mismo o para dar más explicaciones de lo que está ocurriendo. Siempre hay que asegurarse de que el lector entenderá el final del libro.
2.Según el tema de la novela
Cuando los hilos de las historias secundarias se entrelazan para crear la trama de la novela, aparecen diversas ideas y circunstancias propiciadas por los personajes y sus deseos.
Todo esto nos entrega la siguiente clasificación:
Subtramas de fortuna
Se centran en los acontecimientos que influyen en el destino de los personajes. Por lo tanto, aquí entrarían las novelas trágicas, melodramáticas, sentimentales…
Todo depende del personaje, si sufre una desgracia, un castigo, una recompensa… Si lo realmente importante es su destino se trata de una subtrama de fortuna.
Subtramas de personajes
Se centran en la evolución de los personajes y en los problemas que tienen que resolver o enfrentarse.
Por lo tanto, lo importante no es el destino o final sino ese camino que emprenden y los acontecimientos que suponen conflictos para los personajes.
Subtramas de pensamiento
Por último, este tipo de historias secundarias se centran en el aspecto psicológico de los personajes. Se relacionan con el arco psicológico que vive el personaje en el relato.
Por ejemplo, los personajes que sufren un cambio importante en sus creencias, valores o actitudes por algo que sucede en la novela. Eso sería una subtrama de pensamiento para ese tipo de personaje.
A tener en cuenta en la novela
Una vez que tengas claro qué historias vas a crear para ir dando forma a la estructura de tu novela, recuerda que deben entenderse con facilidad. A menudo las subtramas muy enrevesadas confunden al lector y te obligan a trabajar en exceso en la construcción de la novela.
- Ve a por lo sencillo siempre que aporte originalidad.
- Busca la función o misión de cada subargumento.
- Respeta la construcción de los personajes, tanto si son protagonistas como secundarios. Ellos pueden orientarte en la creación de sus propias tramas.
El arte de construir una buena novela reside en verla como un engranaje en el que todo funciona sin problema: situaciones, personajes, lugares, emociones...
Si consigues que todo cuadre, se entienda y sorprenda a la vez, habrás reunido los ingredientes necesarios para escribir un gran libro.
Autora
Silvia Lambda
Silvia Lambda es especialista en Marketing Digital y Creación Literaria, dos pasiones que nacen de su creatividad y su deseo de inspirar a otros escritores en su camino literario. Mediante la escritura y la creación de contenido en redes sociales (@valienteinspo), da consejos para autores que quieran llegar a más lectores con sus libros.