La prolepsis o flashforwards, como se conoce en inglés, es un recurso narrativo que influye en el tiempo de la novela y consiste en dar un salto temporal hacia delante para después volver al presente.Por lo tanto es una anticipación de los hechos que van a ocurrir. Es una premonición o un vaticinio.
Es contar algo que va a ocurrir.
Este recurso literario es todo lo contrario al flashback o analepsis. Mientras que un flashback retrocede en el tiempo para mostrar una escena del pasado que es relevante para la novela, la prolepsis o flashforwards nos lleva hacia delante para informar de algo importante que el lector debe saber y que va a ocurrir.
No funcionará si después no termina sucediendo. El lector podría sentirse engañado o decepcionado, por lo que todo flashforward siempre debe justificarse y terminar ocurriendo finalmente.
Uso del flashforward
¿Te parece una contradicción contar algo que va a terminar ocurriendo en la novela? Quizá puede verse como un spoiler al lector o como una anticipación que provoca el desorden temporal de la novela, ya que hace que avance repentinamente. Contar algo que va a suceder es un salto temporal y, aunque sea breve, cambia el orden cronológico.
Sin embargo es un recurso literario que tiene la función de provocar un efecto muy concreto en la novela: genera curiosidad, eleva las expectativas y despierta el interés de la lectura.
Por eso a menudo podemos encontrar flashforward en el inicio de algunos libros. Así consiguen impactar desde el primer párrafo y enganchar a la lectura. Funciona, de hecho, mucho mejor en el inicio de los capítulos mucho más que al final, donde se puede introducir otro tipo de recursos que generen intriga.
La prolepsis más famosa de un libro
Uno de los ejemplos clásicos del buen uso de una prolepsis en un libro es la que aparece al inicio de ‘Crónica de una muerte anunciada’ de Gabriel García Márquez.
«El día que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo».
Aunque pueda parecer que aquí García Márquez podría estar haciendo un spoiler de su obra, sucede todo lo contrario. Provoca expectación y curiosidad. Ese salto temporal que hace el narrador que indica desde un futuro impreciso lo que va a ocurrir sirve para crear la intriga perfecta para un primer párrafo.
La frase ya engancha e incita a leer para saber todo lo que rodea a esa declaración que viene del futuro y que indica que Santiago Nasar va a ser ejecutado por alguna razón que hay que descubrir.
La prolepsis es un recurso excelente para generar expectación, pero debe encajar con la narración para evitar fallos en la coherencia. Por ejemplo, en la novela de García Márquez el tiempo de la narración indica que se está contando todo desde un momento en el futuro y solo así se puede justificar que el narrador conozca todo lo que va a suceder.
Si el narrador no justifica las premoniciones o vaticinios que pueda hacer parecerá que está haciendo trampas o que la novela no es coherente.
La elección del narrador para escribir una prolepsis
Existe una relación vinculante entre el tiempo y el narrador de una novela para que el uso de la prolepsis tenga sentido y se escriba correctamente.
Por ejemplo, si la novela está contada en primera persona por el personaje protagonista y en ningún momento se indica que tenga visiones o poderes, ese narrador no puede tener premoniciones. Estas solo podrán ser narradas por un narrador que todo lo sepa, por ejemplo el narrador omnisciente.
El tiempo verbal de la narración para introducir prolepsis
También es importante elegir bien el tiempo verbal empleado en la narración, ya que ayudará a escribir el flashforward.
- Ejemplo de prolepsis mal empleada:
«Paseo cada día por este parque antes de llegar al trabajo, pero esta mañana es la última vez que lo hago puesto que va a atracarme un ladrón a punta de pistola».
- Ejemplo de prolepsis bien empleada:
«Paseaba cada día por ese parque antes de llegar al trabajo, pero aquella mañana fue la última antes de que me atracara un ladrón a punta de pistola».
En el primer ejemplo la narración está en presente. El protagonista narra en primera persona desde el momento actual lo que hace «paseo cada día por este parque…». Esa condición del presente no permite que el protagonista sepa que esa mañana va a ser atracado, a no ser que tenga poderes premonitorios.
Sin embargo, al narrar en pasado da la sensación de que el personaje lo está contando desde un momento en el que ya conoce la historia y sabe lo que le ha ocurrido. Esa es la ventaja del uso del pasado: permite desdibujar el tiempo de la narración y da mucho más juego.
La coherencia del texto
En definitiva, para usar bien este recurso literario que consiste en dar un salto temporal hacia delante y anticipar algo que va a suceder en la novela hay que tener en cuenta la coherencia de la historia.
Pensar en quién la está contando y en cómo puede ese narrador vaticinar ciertas escenas o sucesos. Si está totalmente justificado que sea capaz de hacerlo, será un excelente recurso para llamar la atención, despertar el interés y enganchar al lector casi de forma inmediata.
Por otro lado, este recurso afecta al tiempo de la novela, por lo que produce anacronía. Si lo que se pretende es influir en la estructura del libro y contar el final para después avanzar hacia el inicio, se trata de una técnica literaria más específica conocida como in extrema res. Esta técnica consiste en básicamente contar la historia por el final.
Conclusiones finales
- Una prolepsis es algo más sencillo y corto. Es dar detalles del final de forma puntual sin influir en la estructura de la novela, solo en el orden cronológico de forma muy breve para dejar pistas que despierten el interés de la lectura.
- Una buena prolepsis no tiene por qué ser muy extensa. Basta con proporcionar los detalles adecuados para que el lector se haga preguntas que solo podrá resolver si continúa leyendo.
- Y por último, se debe diferenciar de la analepsis o flashback, ya que es todo lo contrario. El flashback es un salto temporal hacia atrás para contar un recuerdo o suceso del pasado.
Está permitido y es muy utilizado la combinación de ambos recursos en la misma novela siempre que se haga bien y estén justificadas tanto la aparición de la analepsis como de la prolepsis.
El buen uso de los recursos narrativos favorecen la originalidad del libro y reflejan el talento de un escritor. Por lo que cuidar estos momentos en los que se producen saltos temporales puede dar el toque mágico a tu historia.