El narrador es un elemento de las novelas que, a veces, se subestima al pensar que es menos importante que los personajes o que la trama. Y por lo tanto, un error de novato es no investigar qué tipos de narradores hay, cuál será la mejor opción para la historia que se quiere escribir.
Un buen narrador es tan importante o más que la construcción de grandes personajes o el argumento principal, porque de él depende la historia que se narra.
Es decir, el narrador es quién cuenta la historia. Es quien se encarga de que lo que se está contando llegue al lector. Por ello, es imprescindible elegir un gran narrador, el que mejor encaje con el libro que se está escribiendo.
Funciones de un buen narrador
Lo primero que hay que tener en cuenta es que el autor o escritor de un libro no es el narrador. A veces confundimos los conceptos y la voz del escritor se cuela en el texto. El narrador es un elemento independiente de la novela, incluso aunque narre desde la perspectiva de un personaje en concreto.
Por lo tanto la función del narrador es contar la historia y transportar al lector desde el mundo real al imaginario. Si el narrador fracasa en esta misión y no convence con su impecable narración al lector, este pensará que el libro es poco creíble o predecible y dejará de leer.
Otra función del narrador es mostrar el tono de la obra, algo fundamental en el desarrollo de un libro.
A continuación se detallan los tipos de narradores que existen y las ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos.
Tipos de narradores
Se pueden hacer diferentes clasificaciones a la hora de explicar los tipos de narradores que existen, pero veremos la división más importante: según la persona o según el grado de conocimiento que se tenga de la historia.
Tipos de narradores según la persona
Esta clasificación se refiere a la persona verbal utilizada para narrar la historia. Se pueden encontrar libros con los siguientes narradores según esa persona:
- Primera persona del singular.
- Segunda persona del singular.
- Tercera persona del singular.
ESPACIADOR
Primera persona del singular
Este narrador cuenta la historia desde el yo. Por lo que esta forma verbal siempre implica que sea un personaje el que toma el papel del narrador.
Un ejemplo sería el siguiente párrafo del libro David Copperfield de Charles Dickens:
«Para dar comienzo a mi historia desde el principio, diré que nací (según me han dicho y yo lo creo) un viernes a las doce en punto de la noche.»
ESPACIADOR
Segunda persona del singular
Este tipo de narrador es poco utilizado pero existe. Consiste en narrar desde el tú. Si se utiliza para que el narrador se dirija a un personaje en concreto de la historia puede dar mucho juego. Por ello se utiliza en novelas de género epistolar o formato carta.
Un ejemplo de este narrador sería Carta al padre de Kafka:
«Me preguntaste una vez por qué afirmaba yo que te tengo miedo. Como de costumbre, no supe qué contestar, en parte, justamente por el miedo que te tengo, y en parte porque en los fundamentos de ese miedo entran demasiados detalles como para que pueda mantenerlos reunidos en el curso de una conversación.»
Tercera persona del singular
Este narrador, en cambio, cuenta la historia desde un él o ella. Este narrador junto al narrador en primera persona del singular son los más utilizados.
Ejemplo de La Regenta de Clarín:
«La heroica ciudad dormía la siesta. El viento Sur, caliente y perezoso, empujaba las nubes blanquecinas que se rasgaban al correr hacia el Norte. En las calles no había más ruido que el rumor estridente de los remolinos de polvo, trapos, pajas y papeles…».
Espaciador
Tipos de narradores según el grado de conocimiento de la historia
Esta clasificación se centra en lo que conoce el narrador de la historia y para ello hay que preguntarse si ese narrador está dentro o fuera de ella.
Tipos de narradores fuera de la historia
También se pueden conocer como narradores externos, ya que están fuera de la historia y no son personajes que participen en ella. Suelen narrar todo en tercera persona.
Solo hay dos tipos de narradores en esta clasificación: el famoso omnisciente y el equisciente.
- Narrador omnisciente: el más utilizado de todos los tiempos.
Es un narrador que sabe absolutamente todo sobre la historia, los personajes y la trama. Conoce todo tipo de detalles, pensamientos, sentimientos e incluso puede anticipar sucesos del futuro.
No tiene ningún límite en cuanto al grado de conocimiento de la historia y no tiene por qué justificar por qué sabe lo que sabe. Es un narrador que da mucho juego y permite construir todo tipo de relatos.
Sin embargo, como desventaja, se podría decir que el narrador omnisciente antepone sucesos o da demasiada información que puede resultar intrusiva para el lector. Hay que tener cuidado de no romper la experiencia de lectura contando lo que sucede en la historia de forma demasiado mascada para el lector.
- Narrador equisciente: cuenta lo que sucede desde la perspectiva de un personaje pero en tercera persona.
Es decir, el narrador equisciente es como una cámara de cine que persigue al personaje contando lo que le sucede capítulo a capítulo. A veces suele confundirse con la primera persona y puede llegar a producir ese efecto de cercanía al personaje, pero tiene el inconveniente de que no se puede narrar desde la perspectiva de otro personaje.
Por lo tanto, si solo interesa la perspectiva de un personaje, este tipo de narrador sí puede resultar interesante.
Tipos de narradores dentro de la historia
También se conocen como narradores internos, ya que son personajes que toman el rol del narrador y cuentan lo que sucede en la historia desde dentro.
Entre estos tipos de narradores internos se pueden distinguir: el narrador protagonista y el narrador testigo.
- Narrador protagonista: como su nombre indica, este narrador es el protagonista de la historia.
Narra desde el yo. Es decir, desde la primera persona del singular. Este narrador permite conocer todo lo que hace, piensa y siente el protagonista de la historia, básicamente porque lo cuenta él mismo.
Esto permite que el lector empatice rápidamente con el protagonista y crea, de ese modo, un vínculo muy fuerte entre el lector y él. Sin embargo, tiene el inconveniente de la perspectiva: solo hay una, la del protagonista. Y debe, además, justificar en todo momento por qué sabe lo que sabe sobre la trama o sobre el resto de personajes de la historia.
Algo que con el omnisciente no pasa porque es el único narrador que no tiene que justificar absolutamente nada sobre lo que conoce.
- Narrador testigo: también corresponde a un personaje de la historia que narra en primera persona, pero no coincide con el protagonista.
Este tipo de narrador es un mero testigo de los acontecimientos que vive el protagonista porque lo vive con él o, quizá, porque alguien se lo cuenta. Se utiliza para alejarse un poco de la posición del protagonista y poder contar detalles que el personaje principal desconoce y que, por lo tanto, no podría mostrar si fuera el narrador.
Sin embargo, tiene el mismo inconveniente que el narrador protagonista. El testigo solo narra desde su perspectiva.
Polifonía de narradores
Por último, algunos libros mezclan varios tipos de narradores en la historia. Esto se conoce como polifonía de narradores. No hay que confundir este término con novela coral, en la que existen varios personajes que comparten el protagonismo y la importancia de la trama.
Este término no hace referencia a los personajes de la historia, sino a las voces que se utilizan para narrar la novela. Si hay una mezcla o más de un tipo de narrador se denomina polifonía. Es un concepto interesante que podemos observar en novelas como Cumbres borrascosas donde se mezcla un narrador protagonista, el señor Lockwood que llega a la campiña inglesa donde se sitúa la casa para hospedarse allí, y un narrador testigo, la ama de llaves que termina por contarle la historia de aquella casa a ese huésped.
Esta polifonía de narradores proporciona una novela interesante, contada desde varias perspectivas que se turnan para dar juego y aumentar la intensidad de la trama.
Conclusiones en cuanto a tipos de narradores: ¿cuál es el mejor?
No se trata de usar varios narradores para parecer más originales, sino encontrar el apropiado. El narrador que aporte ese valor extra a la historia al tener la perspectiva más interesante. En eso hay que fijarse cuando decidamos quién narrará: en la perspectiva que queremos para la historia. De ese modo, un buen narrador sumará calidad a la novela.