Escribir un libro con una buena extensión de páginas conlleva muchas horas de trabajo y disciplina. Además, es muy común perder la motivación según se avanza en la escritura del nuevo borrador con el paso del tiempo, ya que se convierte en una rutina que puede hacer que pierdas la frescura de la idea inicial.
Es por eso que se debe crear el hábito de escribir a diario para no rendirse y terminar el libro a tiempo.
Si te encuentras ahora en un momento vital en el que existen muchos compromisos profesionales y personales, fomentar este hábito puede ser una tarea difícil. Sin embargo, las musas no avisan y tampoco esperan. Si has sentido la inspiración y las ganas por sentarte a escribir por fin esa idea que tienes en mente significa que el momento ha llegado. Toca escribir.
En este artículo encontrarás algunas claves para crear tu rutina diaria de escritura y que así encuentres la forma de escribir un libro en menos tiempo y sin perder la inspiración.
Consejos para crear el hábito de escribir un libro
Cuando se inicia un proyecto de escritura de un nuevo libro es muy importante que se trabaje de forma diaria. De lo contrario, no solo no terminarás a tiempo tu manuscrito, sino que las ideas se oxidarán. Cuando se abandona la escritura durante unos días o semanas, retomarla cuesta. Cada vez que tengas que arrancar será difícil y podrás desmotivarte.
Por lo que antes de empezar a crear tu hábito de escritura, debes eliminar cualquier ladrón que te robe tiempo con las musas.
Ladrones de tiempo: ¿qué son y cómo identificarlos al escribir un libro?
Los ladrones de tiempo son todos aquellos elementos que están robándote horas con las musas. Es decir, te están quitando horas de escritura.
A veces no nos damos cuenta de que esto sucede, pero pueden evitarse para que podamos dedicar esos momentos a la escritura del nuevo libro.
Para identificarlos es importante diferenciar entre ladrones internos y externos.
Los ladrones de tiempo internos son los que creamos nosotros mismos. Es decir, son nuestras excusas. Lo que nos decimos para no sentarnos a escribir de forma diaria.
Hay que tener en cuenta que la inspiración es un impulso increíble de adrenalina creativa que nos empuja a escribir, pero escribir un libro requiere de meses y, a veces, años. Por lo que este impulso puede disiparse con el tiempo. Es aquí cuando nuestro hábito nos empujará a seguir escribiendo. Sin embargo, ese hábito requiere de esfuerzo y disciplina. Por lo que hay que vencer el desánimo y la desgana. Hay que evitar las excusas para que no se transformen en nuestros ladrones de tiempo internos.
Los ladrones de tiempo externos son los estímulos de fuera que nos impiden sentarnos a escribir porque roban todo nuestro tiempo.
Es recomendable identificar si algo te está robando demasiado tiempo y si podrías dedicar esos momentos a escribir en vez de estar viendo la televisión o el móvil.
Receta para crear tu hábito de escritura
Una vez identificado todo aquello que roba horas a tu rutina de escritura, se puede diseñar una receta que, poco a poco, te haga crear un hábito asentado para escribir tu libro a diario:
1. Comprometerte con tu escritura.
Lo primero es aceptar un pacto contigo mismo y comprometerte con lo que se quiere escribir. Si no te lo tomas en serio, como si fueras un profesional, no lo verás como una tarea obligatoria en tu rutina diaria.
2. Organiza tu agenda y elige el momento perfecto para escribir
Cada escritor es diferente. Algunos sienten la inspiración a primera hora de la mañana y otros por la noche. Dependiendo de tus compromisos y tu proceso creativo, busca en tu agenda un hueco en el que puedas añadir tu momento de escritura.
3. Prepara tu espacio para escribir un libro
Puede parecer poco importante, pero el lugar en el que escribes es parte de tu proceso creativo. Si te encuentras a gusto y te relajas en tu espacio, la inspiración y la creatividad se dispararán para proporcionarte nuevas ideas.
Escribir un libro es un trabajo que requiere esfuerzo y horas de dedicación, pero si te sientes inspirado disfrutarás cada momento que pases con tu novela.
Para ello, encuentra un espacio en el que te sientas bien. Prepara tu mesa, haz que tu silla sea cómoda, sírvete una bebida que disfrutes y ponte música o enciende una vela. Crea tu ritual para que tu mente vaya entrando en esa fase de concentración y se relaje en el espacio que has creado para escribir.
4. Desconexión total.
Nada de móviles o televisión. Es más, avisa a los demás, a las personas con las que convivas en ese espacio que vas a utilizar para escribir, y que así no te molesten. Ese ratito con las musas es solo tuyo y deben respetar tu concentración.
Cuando nos interrumpen, la mente tarda entre ocho y diez minutos en volver a concentrarse. Por lo que no pierdas ese valioso tiempo en contestar un WhatsApp o mirar las redes sociales. Eso lo podrás hacer después.
5. Ponte una meta diaria para escribir tu libro.
Algo que puede motivarte a avanzar en tu proyecto de escritura es elegir una meta diaria. Puede ser por páginas o por palabras, como mejor te funcione.
Elige una meta que sea realista, una que puedas alcanzar. No importa si son diez páginas o solo dos, lo fundamental es que a ti te funcione.
Este logro diario debe motivarte y nunca frustrarte. Si sientes que está frenando tu creatividad y te provoca desesperación no llegar a tu meta diaria, baja el número marcado y sé honesto con el tiempo que tienes para escribir.
6. La lectura es obligatoria.
Incluye la lectura en tu rutina diaria. Leer nos aporta inspiración y nos hace aprender y mejorar. Tu escritura se verá enriquecida, por lo que lee un libro que te interese o que tenga algo que ver con el género que escribes. Eso te ayudará a concentrarte.
Pero, ¡ojo! Evita copiar el estilo del autor del libro que estás leyendo. Esto es un error común, ya que se pega con facilidad cuando leemos y escribimos a la vez. Usa tu propia voz siempre.
Las técnicas de otros escritores para escribir un libro
Se trata de que, poco a poco, desarrolles tu propia receta para crear tu hábito de escritura con lo que a ti te funciona. Sin embargo, existen algunas técnicas que emplean otros escritores profesionales y que puedes probar.
La técnica de Stephen King.
Al maestro de la novela de terror le funciona escribir de forma diaria el primer borrador durante tres meses tras establecer una meta diaria de 2.000 palabras.
Eso sí, también insiste en que hay que descansar la mente y alejarse de la historia durante una semana cada 6 semanas de escritura.
La técnica Pomodoro.
Esta técnica es muy conocida y muchos autores de prestigio la emplean para terminar su libro a tiempo. Consiste en administrar mejor el tiempo de escritura y para ello se siguen estas instrucciones:
La técnica Pomodoro.
Paso 1
Empieza a escribir de forma constante hasta que suene una alarma, previamente marcada, a los 25 minutos exactos tras haber comenzado.
Paso 2
Descansa durante 5 minutos.
Paso 3
Vuelve a la escritura durante otros 25 minutos y realiza el mismo proceso.
Paso 4
Cuando se completen 4 turnos de escritura y 4 descansos, se puede tener un descanso más prolongado de 20-30 minutos.
De esta forma, la técnica Pomodoro no solo ayuda a la concentración, sino que proporciona motivación para terminar cada uno de los bloques de trabajo que te marques.
Desarrolla tu propia técnica para escribir tu libro
En definitiva, debes establecer metas diarias que sean realistas y que te ayuden a encontrar la mejor fórmula para crear el hábito de escribir a diario.
Cada escritor es diferente, por eso debes conocerte y descubrir también cómo es tu proceso creativo. Esto te servirá para encontrar una rutina diaria que te haga escribir todos los días sin perder la motivación ni la inspiración. Pero sobre todo, no olvides nunca que debes también sentirte un verdadero escritor. Ten siempre cerca tus notas o cuadernos con tus pensamientos y emociones para no perder el hilo de lo que estás escribiendo día tras día.
Y, por último, prémiate cada día que escribas, pues habrá sido un día más de trabajo y esfuerzo que te estará acercando poco a poco a tu sueño de ver tu libro terminado. Y, por supuesto, publicado.